Ciudades planificadas: Auroville, la ciudad de la unidad

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La villa de Auroville, en la costa sudoeste de la India, es un ejemplo interesante de ciudad planificada.

A diferencia de las poblaciones tradicionales, que se originan "orgánicamente" a partir de asentamientos que luego son urbanizados, las ciudades planificadas nacen ya con un orden urbano: son proyectadas y creadas por arquitectos e ingenieros, en lugares predefinidos para ello. Otros ejemplos: Washington, Estados Unidos; Brasilia, Brasil; Canberra, Australia; Nueva Delhi, India; en México están Cuautitlán-Izcalli, Edo. de México y la futura Valle de las Palmas, Baja California.

Las ciudades planificadas son patrocinadas por organismos públicos y/o privados y suelen servir para desconcentrar población de un centro urbano con demasiada población. El caso de Washington, Brasilia, Canberra y Nueva Delhi es el de ciudades creadas para fungir como capitales de sus países, erigidas en terrenos estratégicos y concentrando de manera lógica y ordenada las funciones de un gobierno democrático, representativo y federal: las ciudades son "terreno neutral", no pertenecientes a un estado (subdivisión administrativa) más que al otro, sino a la nación en su conjunto (de ahí los "distritos federales").

Planificando una filosofía

El caso de Auroville es particular porque su concepción se debe más a motivos filosóficos que a demográficos. Auroville fue fundada por Mirra Richard, "La Madre" (originalmente Mirra Alfassa, francesa), una allegada de Sri Aurobindo, un importante líder político y espiritual de la India de principios del siglo XX.

 Mirra Alfassa. (Fuente)

"La Madre" estableció los principios filosóficos y espirituales (bajo la escuela de Aurobindo) que regirían la planeación urbana y la vida común de los habitantes de Auroville. La ciudad busca la unidad humana en la diversidad; es un espacio en donde no hay lugar para las divisiones entre los individuos. La política y la religión están, por definición, excluídos del lugar. Todo lo que existe en Auroville es propiedad pública, no limitándose al sentido tradicional, sino que es "de toda la humanidad".

 Plano original de Auroville. Fuente

http://www.auroville.org/journals&media/avtoday/june_july_04/mm_lake.htm
El arquitecto Roger Anger se encargó de dar vida a la visión de Richard mediante el trazado de una ciudad redonda, concéntrica, "en forma de galaxia", dividida en cuatro zonas: la industrial, la residencial, la cultural/educacional y la internacional. En el centro existe un "área de la paz", en la cual se erige el edificio representativo de esta visión comunitaria: el Matrimandir ("templo de la madre" en sánscrito), concebido para ser un lugar de meditación sin afiliación a ninguna religión en particular. Las cuatro zonas estarían rodeadas por un cinturón verde.

 Maqueta del centro de la ciudad. Fuente.

El nombre de la localidad signfica "ciudad del amanecer" y está en francés por estar establecida en el territorio de Puducherry, una serie de pequeños enclaves en las costas del sur de India que pertenecieron al imperio colonial francés y en los cuales, por lo tanto, conviven los idiomas francés, inglés (oficial del país) y tamil (nativo de la región). Los nombres de los barrios de Auroville reflejan esta policulturalidad.

El desarrollo y presente de Auroville

Tras el fallecimiento de "La Madre", y contra su voluntad, la administración de Auroville terminó recayendo en el gobierno central indio (Puducherry es un distrito federal). Aunque esto llegó a ocasionar algunas fricciones entre el sector público y la organización que la rige, diversos mandatarios del país han visitado y elogiado a Auroville en múltiples ocasiones.

El Matrimandir, vista aérea. Fuente.

A diferencia de otras ciudades planificadas, el desarrollo de Auroville no está completo. Creada para hospedar a 50,000 habitantes, su población actual apenas sobrepasa los 2,000. La economía local carece aún del desarrollo para poder terminar las obras planificadas por Anger. Sin embargo, tal vez esa carencia de densidad poblacional tiene un efecto benéfico en la vida pacífica de la comunidad - especialmente en un país con gran densidad, diversidad y múltiples fricciones a lo largo de los siglos. (Lo que han vivido los tamiles nativos de la región en la cercana Sri Lanka, por ejemplo, es muy diferente.)

Pero sin lugar a dudas, lo que más ha contribuido a que esta visión de unidad permanezca es la voluntad de los ciudadanos. Cada persona que llega a residir en Auroville (donde todos son bienvenidos) se debe ajustar a la filosofía de la ciudad. De esta manera se busca lograr el objetivo de la ciudad en sí, que - según su charter - también incluye "ser un lugar de constante educación y progreso" y "ser el puente entre el pasado y el futuro". En sí, el único requisito para vivir en Auroville es "ser servidor voluntario de la Conciencia Divina".

 Mapa actual de Auroville. Fuente en tamaño original.

La ciudad es mantenida hermosamente por la colectividad; sus jardines y caminos permanecen prístinos (una notoriedad en la India). Con todo, la comunidad no está exenta de problemas. Si bien en la ciudad conviven personas de 44 nacionalidades, existen quejas de que para la gente del pueblo tamil es difícil formar parte de ella. También se habla de casos de exclusión e incluso de pedofilia, como lo reporta este blogger.

La naturaleza de Auroville hace que su éxito o fracaso no pueda ser medido en los términos de una ciudad planificada en el sentido tradicional. Más aún, siendo su objetivo más bien filosófico y espiritual, a título de este autor, podría ser catalogada, si no como un éxito rotundo, sí como una obra en continuo progreso.